Lámparas de mesa para armar rompecabezas

A quienes nos gusta armar rompecabezas sabemos que necesitamos tener una buena luz. De día, con una ventana nos basta y sobra, pero… ¿de noche?

Lo ideal es tener una buena luz general, que venga del techo, que sea preferentemente semi fría (4000ºK) o semi cálida (3000ºK), pero eso no es suficiente; las piezas suelen ser pequeñas y los colores y detalles deben verse con nitidez, así que una lámpara de mesa es lo ideal para ello. El truco es colocar la lámpara de tal manera que no veamos el reflejo de la luz y para ello el haz incidente no debe estar de manera perpendicular a nuestros ojos.

Hay que saber escogerlas:

Oblique, diseño de Vincent Van Duysen (2020) para Flos:

Esta lámpara lanza su haz de luz a la distancia y cubre un rompecabezas de más de  1500 piezas.  Es tan ligera que la podemos mover y hasta colocarla encima de las piezas. Práctica y fácil de mover en la superficie donde lo estemos armando.

Es portátil, recargable y dispone de un puerto USB-C integrado en la parte trasera de la base que puede ser utilizado para la carga inalámbrica de smartphones.

¡Totalmente eficiente!

Tolomeo Pinza, diseño de Michele De Lucchi (1987) para Artemide:

Esta lámpara se adhiere a cualquier elemento que se te ocurra… ¡hasta de una trompeta!

El socket del foco no coincide con el eje vertical, por el contrario está colocada perpendicularmente a la cara inclinada de la pantalla, convirtiendo la imagen de la lámpara en algo más divertido y dinámico. Resulta que de esta manera el foco reparte mejor la luz que emite, se refleja perfectamente en el interior de la pantalla de aluminio emitiendo un haz amplio hacia el exterior.

En la parte superior de la pantalla hay un orificio que cumple dos funciones: liberar algo del calor del foco y dejar pasar al ambiente una luz tenue, lo cual es parte del éxito de la Tolomeo. Con su cable de 2 metros y 30 cm, es una gran compañera para armar rompecabezas.

Kelvin, diseño de Antonio Citterio & Toan Nguyen (2009) para Flos:

Discreta y elegante además de eficiente e inteligente, queda bien donde la pongas para ver lo que necesites. Gracias a su flexibilidad, podemos acercarla a la superficie del rompecabezas cuanto queramos. 

Tizio, diseño de Richard Sapper (1970) para Artemide: sus brazos articulados, perfectamente equilibrados con contrapesos, son perfectos para acomodarse a nuestro espacio. Su estética y elementos de fabricación marcaron una verdadera revolución en el mundo de la iluminación.

Por primera vez se usó un sistema de equilibrio constante por contrapesos, cosa muy compleja, más aún si en lugar de un solo brazo, se trata de un sistema articulado con dos brazos y dos contrapesos!